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martes, 15 de marzo de 2011

cuaresma


La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, día que se inicia la Semana Santa. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

martes, 8 de marzo de 2011

lunes, 7 de marzo de 2011


Los principios en el corazón de la enseñanza de la Iglesia son:

* La vida, la dignidad y los derechos de la persona humana. La medida de cada política está en cómo protege la vida humana, promueve la dignidad y respeta los derechos humanos. Este principio es el fundamento de la enseñanza de la Iglesia sobre la guerra, la paz y la vida social.
* La opción preferencial por los pobres. En la doctrina social católica los pobres y vulnerables tienen el primer lugar en nuestras conciencias y políticas. Si bien el lenguaje es nuevo - es un lenguaje que proviene de América Latina - ha sido abrazado por toda la Iglesia como la expresión contemporánea de Mateo 25: seremos juzgados por todo lo que hayamos hecho por los más humildes, "por los más pequeñitos".
* La solidaridad. Este es un principio esencial para edificar un mundo nuevo. Es una expresión moral de interdependencia, un recuerdo de que somos una sola familia sin importar nuestras diferencias de raza, nacionalidad o posición económica. Las personas de tierras lejanas no son enemigas ni intrusas, los pobres no son una carga, son hermanas y hermanos, dotados de vida y dignidad, a quienes estamos llamados a proteger.

LA DOCTRINA SOCIAL

La Doctrina Social de la Iglesia católica es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad basado en el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia católica. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y el Catecismo católico la definen como un cuerpo doctrinal renovado, que se va articulando a medida que la Iglesia en la plenitud de la Palabra revelada por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee los hechos según se desenvuelven en el curso de la historia.